Sobre el tipi indio

Poca gente la ha visto alguna vez por dentro y muy pocos saben y pueden atestiguar por propria experiencia que se trata del alojamiento perfecto para la vida en la naturaleza. Y sin embargo así es. El tipi está siempre perfectamente ventilado, es luminoso, fresco en verano, caliente en invierno, resistente a la lluvia y al viento y resulta acogedor y pintoresco con una hoguera en su interior.

La palabra "tipi" viene de la lengua de los indios Dakota. Se compone de dos sílabas: "ti", que significa habitar, vivir, y "pi", que es el sufijo para formar substantivos. Así que la palabra "tipi" significa "hogar" o "residencia". A menudo se usa incorrectamente la palabra "wigwam" para referirse a los tipis, pero esa es una palabra de las tribus indias del este para designar las chozas de hierba en forma de cúpula y que nada tienen que ver con un tipi. 

Tipi with lining

Un tipi es un cono inclinado hacia atrás y de planta oval. Esta forma asimetrica tiene muchas ventajas. Así, la pared posterior casi vertical resiste mejor a los vientos del oeste que también son los dominantes en nuestras tierras y dentro hay más sitio para estar de pie en la parte posterior mientras que en la parte delantera la salida de humos por encima de la hoguera queda mas baja. Las ventanillas adicionales para salida de humos le dan al tipi un aspecto elegante y permiten que el humo salga fácilmente. 

Pero lo que realmente distingue el tipi de todas las yurtas (tiendas mongolas) y "kohtes" (tiendas laponas) llenas de humo es su forro interior. Esa capa de tela que está puesta desde la altura del hombro hasta el suelo hace posible un efecto de chimenea. Entre la pared exterior que está separada del suelo y la pared interior que llega hasta el suelo se produce una corriente. Esta corriente hace circular perfectamente el aire y evita que se acumule el humo. Además protege contra las gotas de condensación los lugares para dormir que están situados al borde del tipi. 

A menudo se pasa injustamente por alto todo lo que el hombre blanco tiene que agradecer a los indios y a su genio inventivo orientado a la naturaleza, sea el saco de dormir, las raquetas para la nieve, la canoa o los mocasines. Al tipi lo ha descubierto aún poca gente. Pero quien sucumbe a su magia no olvidará nunca los momentos acogedores y armoniosos pasados con los amigos junto a la hoguera, pero protegidos de la lluvia y el frio.